Las 5 reglas de la biocontención: qué es y cómo funciona
Para la seguridad del personal sanitario, en el caso de transporte o tratamiento de pacientes contagiosos, se utiliza la bioseguridad: un conjunto de precauciones de biocontención destinadas a aislar patógenos peligrosos.
Antes de la pandemia de COVID-19, este concepto aún era desconocido para los profanos en la materia. Con la llegada de la pandemia, se ha extendido una mayor conciencia, a la que ha seguido el desarrollo tecnológico dentro del sector.
Definición de biocontención
El término biocontención se utiliza para definir métodos y procedimientos, equipos y herramientas que permiten el transporte y cuidado de aquellos pacientes que podrían infectar al personal sanitario y médicos con virus o bacterias.
La biocontención es, por tanto, un método de aislamiento para evitar el contagio durante el transporte de personas infectadas o durante su atención en los centros de salud. La biocontención también es necesaria en los laboratorios de investigación cuando se manipulan agentes infecciosos.
Las áreas de biocontención para el tratamiento o transporte de pacientes están equipadas con un sistema mediante el cual las gotas emitidas a través del vapor de agua son aspiradas, pasadas por filtros, depuradas y reintroducidas al medio ambiente.
Para espacios permanentes, como los laboratorios, se utilizan características de diseño particulares en función del nivel de seguridad que se debe garantizar.
La biocontención puede ser a presión positiva o negativa. El primer tipo protege a quienes se encuentran dentro de él de posibles riesgos externos y, de hecho, se utiliza a menudo para pacientes con enfermedades inmunosupresoras. El de presión negativa, por otro lado, evita el paso de virus u otros patógenos de adentro hacia afuera y, por lo tanto, se utiliza para proteger a los operadores de un posible contagio.
Cuatro niveles de biocontención
En relación con el peligro presente en el entorno circundante, la biocontención se clasifica en cuatro niveles de seguridad:
- Nivel 1, cuando los patógenos no causan enfermedades en humanos adultos sanos;
- El nivel 2, similar al primero, es adecuado para evitar la propagación de patógenos de riesgo moderado para el personal y el medio ambiente;
- El nivel 3 se usa cuando se trata de agentes que pueden ser mortales para los humanos, pero para los que existe una cura;
- El nivel 4 es necesario en el caso de agentes con alto riesgo de infección por vía aérea, que pueden ser letales para el ser humano y para los que aún no existe cura ni vacuna.
Las 5 reglas para un buen sistema de biocontención
¿Cuáles son las características clave de un buen sistema de biocontención? Hemos elaborado 5 reglas esenciales:
- Un buen sistema de biocontención debe incluir filtros de tamaño adecuado al espacio a delimitar y certificado, a fin de minimizar el riesgo de dispersión de partículas potencialmente contagiosas;
- Debe proporcionar una monitorización constante del valor de presión negativo o positivo preestablecido, al mismo tiempo que debe poder compensar cualquier variación debida a intervenciones externas en el paciente;
- Debe estar certificado según la normativa vigente en el país de referencia;
- Debe estar equipado con un sistema de respaldo de energía, para evitar interrupciones accidentales del sistema de ventilación;
- La unidad de ventilación debe garantizar cambios de aire elevados y frecuentes.
¿Qué es una camilla de biocontención?
En el contexto de la biocontención, la camilla para el aislamiento de pacientes contagiosos merece mayor atención. Durante la pandemia, de hecho, el número de hospitalizaciones ejerció una gran presión sobre el sector del transporte sanitario, con un trágico número de muertos por parte de los operadores.
Las camillas de biocontención tienen una estructura cubierta con una carcasa transparente y están equipadas con un sistema de alimentación por batería que proporciona ventilación y filtración.
A los lados de la camilla hay aberturas a través de las cuales el operados puede intervenir sobre el paciente. Como el revestimiento es transparente, el contacto visual también está garantizado. Suelen utilizarse en ambulancias, en el traslado entre departamentos hospitalarios y en el transporte en avión o helicóptero.
La crisis sanitaria como motor de innovación
La pandemia también ha permitido a los no expertos conocer y comprender la importancia de los procedimientos y sistemas de protección de la salud, incluida la biocontención.
Además, se ha promovido la investigación en numerosos sectores sanitarios y médicos, en particular los relacionados con las tecnologías para la seguridad y el transporte de pacientes.
La experiencia reciente debe aprovecharse para el futuro, de modo que sea un estímulo para una cultura creciente de seguridad y planificación de procedimientos, así como para los equipos tecnológicamente más avanzados de los vehículos de transporte médico.
Stem Technology para la innovación del transporte sanitario |
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Stem Technology para la innovación del transporte sanitario
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Sistema de biocontención fijado en la ambulancia